Me cortaron las venas con caricias
tus
dedos de cristal,
mi piel exudó sangre
al roce de tu boca condenada.
Aún resistirás en mi obsesión,
misterios de una entrega.
Abrazada a mis culpas
como silentes y agostados
lirios.
Tu magistral promesa de partir,
un lúgubre propósito
de intelecto borgiano.
Si me matas, igual te
esperaré.mariaValente
No hay comentarios:
Publicar un comentario